Descripción
Tras una larga estación seca comienzan las lluvias en gran parte de la geografía venezolana, las sabanas y bosques se humedecen al máximo, percola o discurre el agua y se forman charcas, torrentes, quebradas. Sube el nivel de los ríos, se llenan las depresiones bajas y por las cañadas secas, baja ahora un inmenso torrente de agua. Poco después ocurre una especie de milagro, aparecen microorganismos planctónicos, insectos acuáticos terrestres y voladores, peces y renacuajos; reptiles, aves y mamíferos rodean o habitan estas zonas húmedas o inundadas en las sabanas o en los bosques. En consecuencia, pocas semanas bastaron con las lluvias de mayo, junio y julio, para que ocurriera una fascinante explosión de vida acuática. Así, mientras en las orillas engorda el ganado con el pasto fresco, la captura de peces es fuente importante de alimento de las poblaciones ribereñas.
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