Descripción
La enseñanza de la lengua escrita tiene como tarea fundamental establecer los nexos entre los contenidos lingüísticos que deben ser enseñados y las estructuras cognoscitivas del estudiante que deben ser desarrolladas, teniendo en cuenta la etapa de desarrollo del niño o la niña que aprende. Esto, que es una aproximación al planteamiento curricular, sólo ha de servir como guía para que el docente pueda intervenir en el desarrollo del pensamiento autónomo y reflexivo del niño y la niña y prepararle para que ellos mismos puedan formular sus propios objetivos y puedan por tanto, disponer de los medios con los cuales alcanzarlos. Dejo claro que no se trata de que el docente tenga que poseer un saber científico-lingüístico, sino que posea un saber para la reinterpretación y la tolerancia, muy dispuesto para la enseñanza según las condiciones, intereses y necesidades de los que aprenden. Se trata de hacer la lengua aprendible. Esto es parte de lo que se espera lograr a través de los procedimientos didácticos. Sin embargo en las escuelas se observa la significativa desatención al estudio de las modalidades de uso de la lengua escrita, existe un olvido, tal vez no intencional, de los actos del habla y de las normas socioculturales que rigen los intercambios comunicativos y por otro lado, una escasa contribución al análisis de los procedimientos de creación del sentido, pues la lengua que se enseña en Venezuela, es una lengua para ser corregida, para responder al docente, para que el niño «quede bien» o «salga bien» ante el docente y sus compañeros. Es una lengua escrita de vitrina, para ser exhibida. Es entonces una lengua muy individual, pocas veces trabajada en grupos y no se diga, de la falta de funcionalidad contextual y la escasa producción auténtica de los niños y las niñas.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.